Francia y el tráfico de ideas muertas
La enfermedad francesa quizá comience por ser una
enfermedad del espíritu, como la que aquejó a “España”
hacia el siglo XVII, y cuyo mejor testimonio es el triunfo
saturnal de la Picaresca, con su ética y estética de
hampones y bulderos.
En el caso francés, los síntomas son bien elocuentes:
----Millones de individuos seducidos por ideas muertas.
----Una sociedad viva, culta y dinámica, maniatada por el
vampirismo de cadáveres ideológicos.
----Un patrimonio moral inmenso, caído de hinojos ante el
miserabilismo ético de los demagogos que llevan ¿cuántos
años? sangrando el cuerpo de la sociedad civil, chupando
sus recursos y chutando en sus venas la basura de la deuda
y el déficit público.
(...)
Curiosamente, algunos de los mejores prosistas franceses de
nuestro tiempo (Patrick Modiano) utilizan un estilo limpio,
desnudo, diáfano, despojando la retórica tradicional de una
dolorosa herencia de herrumbre ideológica y pseudo
psicológica. Pero a los editores españoles no les interesa tal
intento de purificación de la lengua. Prefieren la bazofia
publicitaria. La basura se vende bien, en los mercados
habituados a comerciar con la miseria humana. Las víctimas
del Carmel o el trasvase Tajo-Segura no me desmentirán
completamente.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home