Carmen Laforet, sin cesar comenzando
Tras el descubrimiento francés y alemán de Nada (1944), con más de medio siglo de retraso, la traducción francesa de La isla y sus demonios (1954) suscita el mismo entusiasmo hacia la obra de Carmen Laforet.
“Otra obra maestra”, comenta Sabine Audrerie en Le Figaro Magazine [11.02.06].
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Víctima de un comisario parisino. Consecuencias de la sentencia sumarísima. Huellas cainitas. La sombra de Buchenwald.
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