Saturday, May 14, 2005

César Vallejo, sobre Caína

Amanece un día lluvioso de primavera tardía. Caminando solo, hacia casa, antes del alba recuerdo, como en tantas otras ocasiones, los versos de César Vallejo: Me moriré en Paris con aguacero, un día del cual tengo ya el recuerdo. Me moriré en Paris - y no me corro- talvez un jueves, como es hoy, de otoño. Luego, busco entre mis libros y encuentro subrayados otros versos referidos a Caína: [Caína...] ¡Cuídate del que come tus cadáveres, del que devora muertos a tus vivos! [...] ¡Cuídate de los que te aman! ¡Cuídate de tus héroes! ¡Cuídate de tus muertos! Versos cuya exégesis histórica y política quizá comporte una amarga reflexión sobre la actualidad y el destino de Caína.

3 Comments:

Blogger Eduardo said...

Con el agradecimiento debido por recordarnos a César Vallejo esta mañana, debo confesar que me faltan arrestos (quiero creer que es cosa transitoria) para tan amarga exégesis.

11:17 AM  
Blogger Juan Pedro Quiñonero said...

Helàs, don Eduardo, tampoco yo me siento con fuerzas para ir más lejos. Confiado, sin embargo, que el mejor comentario de un poema es el poema mismo, leído a la luz del día, que las palabras iluminan.
Como el azar tiene estas cosas, el correo me trae una imagen de Antonio Mingote que me voy a tomar la libertad de colgar inmediatamente.

12:11 PM  
Blogger Eduardo said...

Acabo de verla. Muy apropiada, sin duda.

12:31 PM  

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