Thursday, May 12, 2005

Esquizofrenia policial europea

Faena del día: cubrir la logomaquia de un G5 (Alemania, Francia, Inglaterra, Italia y España) de ministros del interior. Un horror. Imposible un amago de lejanísimos acuerdos, entre miembros de la UE, en terreno tan inflamable como la seguridad interior, alguien tuvo la idea de intentar a cinco lo impensable a veinticinco. Sin embargo, Madrid, Roma, Londres, Berlín y París tampoco se ponen completamente de acuerdo a la hora de concebir políticas comunes contra la inmigración ilegal. España aplica las legalizaciones masivas. Francia está totalmente en contra. Etc. Hay bastantes otros motivos de desacuerdo, a cinco. Ante la evidencia de la “armonización” imposible, el G5 propone la “coordinación”. En términos NO diplomáticos, tal eufemismo tiene una traducción muy simple: puesto que ponemos en práctica políticas distintas, coordinemos nuestra falta de entendimiento, para presentar el proyecto común de la represión policial con la que deseamos acotar las fronteras, allí donde NO somos capaces ni de entendernos ni de poner coto a un problemas que NO siempre nos inquieta a todos de la misma manera. En lenguaje diplomático se trata de coordinar la represión contra la inmigración ilegal. En términos psiquiátricos hay un término usual para nombrar el comportamiento de quienes “piensan” una cosa, dicen otra y realizan una tercera: esquizofrenia. Término poco diplomático. Ya sé.

2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

La política o, más certeramente, los políticos se merecen un capítulo entero en el DSM-IV, a saber, Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, de la American Psychological Association.

A su diagnóstico de esquizofrenia, creo yo que acertado, debe sumarle otra sintomatología muy particular fácilmente constatable en el último debate sobre el estado de la nación. Ideas delirantes (persecución, guerra civil), pensamiento desorganizado (emitir respuestas que no tienen relación con la pregunta formulada, lenguaje incomprensible) y alucinaciones (SMSs, armas de destrucción masiva), comportamiento desorganizado (disminución de la reactividad al entorno, lo que normalmente tildamos como "lejanía del ciudadano o síndrome del poder"), estupor catatónico (Ibarreche), etc., etc.

10:20 AM  
Anonymous Anonymous said...

A los inmigrantes y a los homosexuales hay que garantizarles el sustento, por encima de esa gente heterosexual y española de nacimiento, cómodamente asentada en su nauseabunda cotidianeidad. La nueva estirpe procede de los inmigrantes y la nueva ética del Gay&Lesbos.

12:27 PM  

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