Las campanas doblan por Europa, pero la luz de Fray Angélico le lava el rostro al Ángel de la historia

Fray Angélico. Fragmento Coro de Ángeles Hacía muchos años que no recibía tantas felicitaciones de Navidad, vía @. Mati me envía un belén. B ar Montano me escribe: “No me reconozco, felicitando en estas fechas. Será que me hago viejo, pero deja que me una al montón de abrazos que seguro recibirás de todas partes: paz y ventura para ti y los tuyos. Que el próximo año y los que vendrán les traigan a nuestros hijos lo necesario.” Por mi parte, sigo en contacto con Martín, desde que cursábamos segundo de bachillerato. Ramón Jiménez Madrid oficia de Ángel de la guarda. Santos Sanz Villanueva lee y lee, escuchando música. Ángel Mateo Charris me envía las imágenes de unas medusas en un acuario de Osaka. Eduardo Allende me cuenta que trabaja en un proyecto estratégico para Murcia. Leandro Navarro me dice que Marsans está entre los Grandes. Los infinitos colegas del ABC envían correos desde varios continentes. Lola dice que es feliz. Los Fayard nos anuncian que abandonan Roma. Los Pouseo se quedarán en Niza. Nosotros tomamos la carretera. Nos espera un Olentxero en el País Vasco. El Tió Nadal pasó para nosotros en Caldetes. Los vecinos nos esperan en París para Nochevieja. Tengo comida, en Madrid, el día 3 de enero. Etc. Más un montón de citas pendientes... [ .. ] Ante ese arco iris de gente con ilusión, el ocaso de Europa quizá pueda esperar unos días. Las divergencias Chirac / Merkel tienen algo de rito mortuorio. La decadencia temida por Mr. Blair quizá sea una evidencia. Los aldabonazos turcos sonarán más ruidosos, mañana. La presidencia austríaca hará más insignificante el engolado lenguaje vacío de Zapatero. Condenado a seguir los bizantinos horrores de la diplomacia europea, me gustaría, a primeros de año, hablar tales negocios a la luz de Egon Schiele, intentando comprender los diálogo del Libro, a sabiendas que la Melancolía habla del eclipse de Europa, pero confiado en que el Coro de Ángeles de Fray Angélico con el que te envío un amistoso abrazo, desconocido e hipócrita lector, mi hermano, mi semejante, te lleve un poco de calor: las campanas doblan por todos nosotros. [ .. ] Pensando en lo que dice Heidegger sobre Mozart y Angelus Silesius, busco la mejor versión del Requien que tenga a la mano. Carmen me ha regalado un cd con algunas canciones de Alban Berg interpretadas por Barbara Bonney. Y la Sinfonía nº 4 de Malhler con un solo de violín de Alexander Kerr, interpretando Das himmlische Leben.