Carla van de Puttelaar, las adolescentes en flor y la lucha contra las tinieblas

Las imágenes también pueden contaminar, pudrir y destruir nuestra mirada, de la misma manera que las palabras y los medios de incomunicación de masas siembran el odio y la muerte en la conciencia de los seres más indefensos, víctimas de las mercancías audiovisuales y las ideas muertas. De ahí, me digo, el épico combate de muchos fotógrafos y cineastas, cuya obra, en definitiva, es un combate de la luz contra las tinieblas que nos cercan y amenazan. Ese es el legado de maestros como Néstor Almendros. Y por esa oscura senda caminan artistas como Carla van de Puttelaar, holandesa, que descubro en el New Yorker ilustrando un relato de Alice Munro y ha expuesto con éxito en su patria, en Nueva York, en París. Su imaginería viene del gran arte clásico holandés e italiano. La pureza de su luz y sus figuras desnudas tiene la beatitud carnal de los cuerpos en flor.