Genocidio contra la cultura catalana
Tras la conferencia en el Ateneu de Barcelona, O* ----gran arquitecto---- nos invita a cenar en la Plaza Real.
M* ----viejo amigo---- me asalta: “¿Has leído el artículo de Xavier Bru de Sala en La Vanguardia?”. No lo he leído. J* ----a quien no veía físicamente desde hace ¡treinta años!---- resume la tesis central, creo que sin compartirla: a juicio de Bru de Sala, la cadena pública TV3 está perpetrado lo que él llama, textualmente, un genocidio cultural contra la literatura catalana, de esta manera: “Para consumar el genocidio cultural, a la manera franquista, no hacen falta hornos crematorio, ni siquiera cárceles o torturas... Basta cortar el paso, tapiar el acceso a lo mejor de una cultura a los medios de comunicación”.
Ante mi perplejidad, B* ----novelista famoso, viejo amigo, nacionalista histórico, toda su obra escrita en catalán----, sentencia: “Lleva razón Bru de Sala. TV3 está masacrando la cultura catalana”.
La tertulia se prolonga hasta ya entrada la madrugada. Sin que nadie lo contradiga, B* avanza una serie de razones que, a su modo de ver, están minando la cultura catalana: “mercantilismo frenético”, “utilización devastadora de los medios de incomunicación oficiales, convertidos en instrumentos de propaganda”, “conversión de los escritores en payasos y saltimbanquis presto a distraer a la tropa que gobierna la radio y la tv públicas”, “atropellos culturales del poder político”...
Doy por supuesto que, en verdad, tampoco están ausentes los tiros en la nuca entre diversas escuelas, familias, mafias y navajeros al servicio del poder político de turno ----convergentes ayer, tripartidos de hoy----. Dicho esto, que alguien se atreva en Barcelona a denunciar el genocidio cultural que, a su modo de ver, estaría perpetrando la radio y la tv públicas, me llama la atención como un acontecimiento del que no recuerdo precedentes.
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V. Genocidio cultural, Xavier Bru de Sala, La Vanguardia, 26.04.05
6 Comments:
Es que esas cosas SOLO pasan en Cataluña. En cambio en Madrid, los políticos no atropellan la cultura (por cierto, véase la carta de Zapatero a Rajoy en el blog de Arcadi Espada), en la televisión están presentes a diario nuestros mejores intelectuales, los medios de comunicación son de una independencia absoluta del poder político y todo ello de forma desinteresada y sin ningún afán de mercantilismo.
Pero, claro, los catalanes, los pobres... ¡lástima!
Aprecio mucho a Bru de Sala como cómico. Lo aprecio sin reservas, con una salvedad: Bru solo es bueno como escritor cómico cuando no sabe que está haciendo comedia, cuando le sale sin querer; en cambio, cuando se mete a hacer comedia deliberadamente, entonces le sale Fot-li, que som catalans o ciertas rimas lamentables que comete en las traducciones para Dagoll Dagom. Pero, vamos, conste que es un cómico solo superado por Pujol --el mejor monologuista del país, desde luego superior a su presunto modelo (Capri)--, y esto se demuestra en el hecho de que alguien que ha sido capaz de cometer ese poemario (Oratori, Edicions 62, 2004) sea al mismo tiempo capaz de defender la Santa Cultura y que tenga las narices de personificarla en la amalgama (cito de su artículo) de "nuestros autores indiscutibles, empezando por el citado Porcel y por Gimferrer, y continuando por Palol, Moncada, Jòdar, los jóvenes imparables y hasta el mismísimo Monzó", ah, esto es fenomenalmente cómico. ¿"Autores indiscutibles"? Moncada, Porcel y Monzó, por supuesto. Palol y Jodar me parecen perfectamente discutibles; si los críticos no los discuten ni apenas les ponen ninguna objeción, es por razones extralierarias. La trinidad de niñatos sin frenos, ¿autores indiscutibles?, ¡ni en broma! Además, si de lo que se trata es de salir en TV3, de estos autores, por lo menos Gimferrer y Palol son pura dinamita para la audiencia y cualquier televisión del mundo pagaría buen dinero por no sacarles en pantalla. Los imparables son tres: Padre (Sebastià Alzamora), Hijo (Hèctor López Bofill) y Espíritu Santo (Manuel Forcano); el Hijo y el Espíritu Santo no son dinamita para la audiencia, son polvorilla, inquietos, vivarachos, pero espantosamente burros --esperemos que sus madres no lean este blog--; el Padre, de mayor quiere ser Porcel, y copia lo que puede, pero basta leer sus poemas (por ejemplo, La mula morta, Proa, 2001) para convencerse de qué prodigio de inanidad es este "autor indiscutible", y de momento no se le ve mucho talento televisivo --aunque casi consigue disimular lo ilusionado que está cada vez que una cámara le enfoca. Etc. Ya sé que lo bueno si breve, ya.
Buenas...
¡Menos mal que Carles Miro replantea la cosa con humor y SABIENDO de quienes está hablando!!!!!!
Por mi parte: CONFIESO LA MALDAD DE MI BLOG... QUE SI UTILIZASE LA SALUDABLE FRANQUEZA DE CM ME HUBIESE SALIDO DE CORTE CRUCIFICANTE...
¡¡¡Moltisimes graciessssssssssssssss C.....!!!!!!!!
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Ps. para el otro Carlos: si le pegas un vistazo a a este blog, y comienzas por el principio, verás que mi visión de Caína tiene unas fronteras que van mucho más allá de la ribera del Ebro, incluso pasan por las orillas del Manzanares.
Juan Pedro: mi comentario era todo en [MODO IRONIA ON]
En realidad "el otro Carlos" es el antes conocido como "el brujo Carlos" y ya sabes que te sigo casi desde el principio.
Saludos
J*, por una vez hasta sé a quién designan casi todas las iniciales misteriosas que pones (incluida, creo, la D* del post siguiente). Aunque, claro, no tiene mucho mérito, después de haber visto quién había en el Ateneu (no me refiero a D*, que, por supuesto, no estaba).
Estais en todo...
Hasta creo que Carles adivina con razón.
Avanti!!!
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