Weegee en El Carmel
¿Un fotógrafo del ABC, el AVUI, El País, El Periódico,
El Mundo, El Punt, o La Vanguardia, cubriendo
una gala en el Metropolitan neoyorquino hacia
1944, o Weegee cubriendo una manifestación de
víctimas de El Carmel, ante el fashioned peopel a la
entrada del Liceu?
De paso por Barcelona durante 40 horas cortas, incluso sin salir de aeropuertos, restaurantes y áreas de servicio de autopistas, es difícil evitar el aire irrespirable de la crisis del Carmel.
En la gran tradición de los medios de incomunicación de masas, la prensa escrita ha reinstalado la crisis en terreno de la pura política, la pura ideología: es decir, guerra civil fría.
Por su parte, la cobertura gráfica solo recoge grandes planos de pancartas, que ocultan el rostro de los seres humanos, perdidos en la marea negra de la publicidad. Y la guerra ideológica se cubre con imágenes de señores encorbatados, vistiendo trajes impecables; condenando al infierno de lo invisible las grietas de las casas, los seres humanos y las vidas en cuarentena. Solo primeros planos de los “grandes” protagonistas, que nunca miran a la cámara, eludiendo mirar a los ojos de quien pide justicia. Ni un solo primer plano de las víctimas, ni una sola visión de los humildes hogares arruinados.
Con fondo blanco y luz cenital, los legendarios retratos de Richard Avedon son una crónica admirable de la América (EE.UU) profunda. En los antípodas de esa crónica gráfica, la cobertura de la crisis del Carmel ilustra a la perfección como las palabras de la guerra civil ideológica sirven para ocultar la vida de las víctimas; y como el comercio de las imágenes permite ocultar con muchos paños de lujo las grietas del rostro de las víctimas. Cubierta la miseria humana con la fina sastrería elegante que viste la tropa política, cubriendo sin pudor su indigencia.
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Afortunadamente, a través de Carles Miro (www.carlesmiro.blogspot.com) se puede volver a la raiz moral y cultural del problema, con su enlace a las crónicas de Manuel Trallero, que escribía el 16.02.05: “Aquí se mezcló la chulería con la chapuza, el trapo displicente al ciudadano con la pura ineficacia”. Aparentemente esa vía moral y testimonial ha dejado paso a la sofística envenenada de la pura ideología.
5 Comments:
Personalmente creo que nos haría falta un elenco como el de la FSA.
FSA Portraits.
P.D. La direccion de Cares Miró correcta es: carlesmiro.blogspot.com
¡De la que me has librado con tu oportunísima correcciónnnnnnn, Eduardo!!!!
Graciassssss
De nada.
Pero nos sigue faltando un Wallker Evans en el Carmel.
Seguro, Eduardo...
Si cito a Weegee o Avedon es por pura coquetería. Citar a fotógrafos "comprometidos" (por no citar a los "ilustradores" o autores de fotomontajes alemanes de la Neuewsacklickeit) es facil y quizá indispensable. A donde yo quería ir es a otro terreno: Avedon, o Newton, o Penn, o.. etc., pasan por ser fotógrafos de "moda"... sin embargo, el trabajo inmenso de Avedon como retratista le da una dimensión excepcional... cuando murió Avedon me quedé horrorizado por los comentarios de los presumidos "especialistas" hablando de "glamour"... hay un Avedon de Glamour (inmortalizado por FAstaire en una película célebre)... PEROOOOOOO... su arte inmenso de la fotografía tiene infinitas facetas: y, al final, el gran arte del gran fotógrafo de modo puede ser utilísimo para fotografiar retratos en primer plano de gente humilde y sencilla, inmortalizada a través de la imagen. En ese terreno, Avedon es único.
Yo siempre he trabajado con Nikon. Tengo una vieja Zorky (copia de las primeras Leicas). Pero ahora "tiro" (a gunforhire) con una Canon de Eos20d. June Newton me decía que es un herror citar a las marcas. Vale.
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¡Salgo corriendo a una comida!!!!!!!!
Estoy de acuerdo. En aquel curso que mencioné el otro día, Enrique Peral nos pasó la serie completa sobre su padre y no he podido olvidarla desde entonces.
Sí que está feo citar las marcas, salvo Leica, que es más bien un mito.
¿Herror es apócope de Error y Horror?
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