Terapia de urgencia contra el mal gusto
Recursos de urgencia con los que intentar combatir el pavoroso mal gusto que prolifera en los medios de incomunicación de masas:
● Ojear y volver ojear hasta el cansancio las imágenes del catálogo de la gran exposición de Antonello da Messina en la Scuderie del Quirinale romana.
● Pasarme varias veces durante el fin de semana un cd con los espectáculos de la Cloud Gate Dance Theatre of Taiwan, que no soy el único en considerar como una de las más grandes compañías del mundo, capaz de transformar la caligrafía china en danza contemporánea.
● Releer la antología póstuma de André Frénaud, "Nul ne s'égare, avec Haeres", y pedir a Isabel que me envíe con urgencia “Una grieta por donde entre la nieve” (Renacimiento), la antología de Félix Grande que debe publicarse estos días, para volver a leer los grandes poemas de un maestro que incluso fue un amigo [Vaya un guiño para Paquita y Guadalupe], escuchando a Charlie Parker [El Perseguidor, sic.], Billie Holliday y Pau Casals (interpretando a Bach, si us plau).
● Buscar un montaje de John Heartfield, para ilustrar Tiranos y demagogos. Le Pen, Fidel Castro y Cía. (sin olvidar los siete links agit-prop que ilustran esa op.).
● Buscar en Pariscope o Noos donde puedo volver a ver la Lolita de Kubrick.
5 Comments:
Gracias por tan buen recetario.
Saludos
Todos somos un poco náufragos, ¿no?
Avanti!!..
Q.-
Yo a Félix Grande le debo un montón. La pena es no haber tenido oportunidad de decírselo nunca. O quizás sea mejor así.
Juan Pedro, no entiendo eso de que "fué un amigo"
¿Ya no lo es?
Hola, Ramón,
Noooooooooooooo… se trata, por mi parte, de una elipsis estilística, para evitar el tono de un compadreo excesivo. Releo la dedicatoria, en mi ejemplar de “La balada del abuelo Palancas”, y compruebo que Félix me habla con el cariño de siempre.
[ ..]
Al margen del compadreo amistoso: hay mucha gente que debe muchas cosas a Félix. Pero, en ese terreno, guardaré un discreto silencio. Aunque no deja de avergonzarme el comportamiento de otros viejos “amigos” (las comillas son mías) de cuyos nombres no quiero acordarme.
Avanti!!!
Q.-
PS. A Félix, gran devoto de Kafka, le encantaría recibiría una carta desde Praga.
Me pondré a ello un día, cuando mis labores, que no son labores, culturales, que no son culturales, me dejen un hueco donde la labor lo sea. Así sea.
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