Monday, November 21, 2005

Leopoldo de Luis, víctima inocente de Caína

Leopoldo de Luis era un hombre bueno, un poeta importante, un ensayista muy fino, padre de Jorge Urrutia, poeta muy fino, ensayista emérito, filólogo y editor sensible de textos canónicos. Los silencios y el ostracismo que han perseguido a Leopoldo de Luis, desde que yo tengo uso de razón, dan una idea penosa, dolorida y trágica de España / Caína. Hace muchos años, en Palma de Mallorca, con motivo de la concesión de un premio internacional de poesía, convocado por Carlos Barral, fue Luis Rosales quien me descubrió su persona, su obra, su calvario. En aquel certamen, Félix de Azúa y yo defendíamos la concesión del premio a Lezama Lima. Quiero recordar que ganó Roberto Juarroz, defendido por Octavio Paz. Luis avanzó algunos nombres españoles: pero el ansia frenética de novedad, el desprecio olímpico hacia cuanto ignorábamos, y la voluntaria o involuntaria maldad cainita de los allí reunidos nos impedía mirar hacia atrás sin ira. Han pasado no sé cuantos años. Luis comienza a ser muy tímidamente recuperado. Muy a pesar de las engañosas apariencias, Leopoldo ha muerto sin el reconocimiento que él merecía. Los silencios y el ostracismo con el que ha sido saludada su obra dejan al descubierto una penosa ignorancia cainita, de una ferocidad pavorosa. Hace años, la gente de letras se mataba verbalmente por razones de estilo y escuela: ahora se matan y tiran a degüello por una marca de detergente o la bolsa que se roba a los caídos en la tierra baldía de las ideas muertas.

6 Comments:

Blogger el llibreter said...

Leopoldo de Luis, premiado, lee en televisión de un libro que es la misma antología suya que compré hace muchos años, preparada por Concha Zardoya en 1982 para el Ministerio de Cultura.

Roberto Juarroz me parece un gran poeta. Si pasas por chez Jose Corti, al lado de las traducciones de Juan Ramón hay un par de libros de Juarroz traducidos al francés. Una hermosa librería que ya tengo en mi colección particular con un volumen de entrevistas a Julien Gracq.

Por cierto: ¿dónde está ahora la Librería Española? No he sabido localizarla. Sí encontré la Librería Hispano Americana, donde compré dos libros descatalogados —creo— de César aira.

Saludos cordiales.

11:43 PM  
Blogger Juan Pedro Quiñonero said...

Llibreter siempre hila muy fino.
Jose Corti ---editor y librero--- es un personaje imprescindible y un lugar mítico. Hablo del personaje en mi Retrato del artista en el destierrro, en el capítulo consagrado a Thomas Bernhard y Jorge Semprún.
Sobre la antigua Librería Española... Antonio Soriano murió hace poco; y su libreria se ha trasladado hacia la estación Montparnasse, a dos pasos de la primera Fnac.
El azar quiere que yo viva a cincuenta metros de la antigua librería española y a unos 600 o así de la librería de Jose Cortí.
Sobre la Librería Hispano Americana... su propietaria ---antigua colaboradora de Soriano--- aparece en El misterio de Ítaca, por razones que sería largo de explicar.

6:41 AM  
Blogger el llibreter said...

Para que tu Retrato del artista en el destierro no abandone la estantería, pediré otro ejemplar para mí.

Saludos.

10:15 AM  
Blogger Juan Pedro Quiñonero said...

Gratitudes Mil, querido Llibreter.

10:48 AM  
Anonymous Anonymous said...

Juan Pedro

El descubrimiento de Leopoldo de Luis, toda una iluminación. Caminos a desaprender. Voy a buscarlo todo, leerlo todo. Me gustan tus guías. Llevame un poco más por este salón de pasos perdidos que es su poesía.

10:23 PM  
Anonymous Anonymous said...

Alma Blanca,

Gracias por tu generosidad.
Este Infierno ha cambiado de dirección.
Este es su nuevo domicilio:
unatemporadaenelinfierno.net

Q.-

10:25 PM  

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