Las infidelidades de Mme. Sarkozy afectan a la música española en París

Las Memorias de Saint-Simon recuerdan, a cada instante, que el protocolo, la cortesía y la educación francesa pueden ser, al mismo tiempo, un modelo exquisito de la más alta civilización y un ritual cruel de ejecución pública, feroz, de los seres humanos más desvalidos. Las infidelidades de Cecilia Sarkozy ----esposa de Nicolas Sarkozy, ministro del interior, descendiente lejana de Isaac Albéniz---- son conocidas desde la primavera pasada. Y corrían de boca en boca, alimentando la maledicencia más escabrosa. Tras un largo trimestre de caída lenta y cruel en el laberinto insondable de los rumores, París-Match publicó la semana pasada las primeras fotos de la señora con su amante, un consejero de su esposo en materia de comunicación. Y ese tiro en la espalda del ministro ha precipitado un escandaloso Entierro de la Sardina del personaje público: los semanarios enarbolan el mascarón de su demacrado rostro, y los “analistas” se preguntan como influirá el escándalo en su carrera política. [ .. ] La segunda víctima de las infidelidades de Mme. Sarkozy será la presencia de la música española en París. Ha dejado de ser de buen tono alagar la vanidad de los lejanos descendientes de Albeniz ----como había ocurrido desde hace varios años---- programando con dinero público la música de un maestro con tataranietas tan casquivanas.