Euskadi, España ¿una casa común?
Le Figaro estima que “los vascos se pronuncian este fin de semana sobre una nueva etapa hacia la independencia”.
El Herald Tribune estima que se trata de un voto “excepcionalmente importante”, una “encrucijada”.
Tantos doctores tienen las iglesias vascas (religiosas, laicas, profanas, independentistas, anti independentistas, etc.), que no añadiré yo un nuevo comentario desde mi modestísimo micro púlpito virtual.
Más sensato, sencillo y honesto me parece insistir en la responsabilidad de los medios de incomunicación de masas, ahondando la incomprensión cainita, planteando, por mi parte, algunas preguntas me temo que poco correctas:
----¿Existe moral y culturalmente una casa, familia, ciudad o una patria común cuando una parte, grande, pequeña o muy pequeña de los presuntos miembros tienen visiones antagónicas sobre su historia e imprevisible destino común?
----¿Puede reducirse la vida histórica de una casa, familia, ciudad o patria a meras relaciones de fuerza económica, política, institucional o militar entre ciudadanos o patriotas de convicciones antagónicas sobre su(s) lengua(s), cultura(s), historia(s) y destino con frecuencia fratricida?
----¿Pueden solventarse por la fuerza económica, política, institucional, militar o terrorista esas diferencias de criterio sobre la historia y el imprevisible destino común?
----¿Qué hacer cuando una parte de los miembros de una familia, ciudad, patria o Estado NO desean pertenecer a la misma casa común, ciudad o Estado, disputándose por la fuerza los despojos de un mismo solar?
----¿Es sensato reducir tales diferencias cainitas a meras relaciones de fuerza administrativa, política, económica, militar o terrorista?
A mi modo de ver, solo la cultura y la comprensión cultural del problema podría aportar algunos esbozos de respuesta. Mientras esa dimensión no se instale en el corazón del problema (vasco, catalán, gallego, incluso gibraltareño), la retórica política e ideológica pura tiene ----para mi sensibilidad---- algo de polución envenenada, donde se impone sin dificultad la Ley de la Selva del Más Fuerte. Que no siempre ----me temo---- es la relación zoológica ideal de lo que, en otras circunstancias, pudo llamarse “vida de la ciudad, entre hombres civilizados”.
2 Comments:
Buenos dias a todos:
JP espero que recuperes fuerzas despues de tantos viajecitos. Sobre las elecciones de mañana, nos guste o no a quienes en ellas no votamos por distintas causas, es la ciudadania la que debe elegir a sus representantes. Por suerte o por desgracia esa es la democracia. No olvidemos que en las elecciones del 2001, el señor Mayor Oreja pidio la maxima participacion para que todo aquel que no votase por miedo lo hiciera y con el 80% de esta, sin embargo volvio a ganar la opcion nacionalista.
El problema a mi modo de ver, quizas por deformacion profesional, es cuando una idea determinada se apoya y se intenta legitimar en un origen de forma historica y luego esa "manipulacion" se ha convertido en dogma de fe. Que se pida mas autogobierno no me parece mal. Que se pida mas autogobierno diciendo que el pueblo vasco es una nacion es de reirse, salvo por el hecho que algunos que ademas de creerse esas "manipulaciones" lo combinaron con una ideologia supuestamente universalista y han estado matando hasta el dia de hoy.
SInceramente el que se plantee la independencia o una mayor soberania politicamente podra tener mas o menos vigencia. Pero que estas reivindicaciones se hagan habiendo gente que asesina por estas ideas, me parece cuanto menos macabro y oportunista.
No me considero nacionalista español, pero tampoco periferico y cuando escucho hablar de nacionalismo y cosas asi, creo que en vez de avanzar y mejorar la situacion, estamos retrocediendo en el tiempo, sea quien sea quien defienda esos conceptos. Solo podemos esperar que la ciudadania vasca, decida lo mas "libremente" posible nos guste o no lo que esto sea.
Saludos a todos.
Comentario fino, y casi profético, querido Wallenstein
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