Luis Marsans, Gran arte y pornografía

"La Salute", 1990. Técnica mixta, 41,80 x 48,50 cm. Horrorizado, ya que temo perderme la exposición de Luis Marsans en la Galería Artur Ramón (Barcelona, calle de la Palla, 3), busco desesperadamente a través de Google y constato la penosa indigencia indiferente del océano virtual, donde tan mal está representada la obra de uno de los más grandes maestros de la pintura figurativa de nuestro tiempo. Solo encuentro noticia de viejas exposiciones de Leandro Navarro y Claude Bernard, que tanto admiré, en su día. Ese silencioso vacío me horroriza, ya que ilustra, de nuevo, la infinita proliferación de cosas insignificantes y desalmadas, sepultando en el fondo insondable de tal océano sonámbulo otras cosas que me parecen indispensables para sobrevivir. Sin duda, alguien construirá un día una página web con el legado de Marsans. En esa espera, me entristece profundamente el ominoso silencio que pesa sobre su obra inmensa, víctima de los tráficos nefandos de la gente, gentecilla y gentuza que pulula por esos ramos del comercio pornográfico con obras, ideas e imágenes muertas. Pamela Paul, ¿señora o señorita?, ha escrito un libro titulado Pornified: How Pornography Is Transforming Our Lives, Our Relationships, and Our Families, donde intenta explicar como la industria del porno universal ha cambiado matrimonios y familias, alterando el comportamiento de hombres, mujeres y niños. Está por estudiar como el ruido desalmado y los cadáveres de difuntas “vanguardias”, maquillados con publicidad, pudren y envenenan la conciencia cívica. [ .. ] Luis Marsans y las Divina Proporzione