
Tres de la veintena de imágnes de la
Fábula de Mr / Mrs Comfort
[ .. ]
Ramón Machón Pascual comenta con generosidad
mi carga impiadosa contra animadores, reanimadores y enterradores de almas muertas, afirmando que, a su modo de ver, la coherencia laboral “
implicaría el suicidio laboral de no pocos”.
Dicho esto, y abundando en su causa ----que es la mía---- me atrevería a decir que, en verdad, los escrúpulos morales ya hablan de almas en pena: denominación con la que no me atrevería yo a llamar a los más genuinos traficantes de mercancías, ideas y almas muertas. En definitiva, las relaciones entre la moda, la cultura, el comercio, la industria y la muerte han dado frutos sublimes desde el Barroco, cuando menos. Y pienso, en estos momentos, en la legendaria serie fotográfica de
Richard Avedon, su
Fábula de Mr / Mrs Comfort.
Avedon comenzó fotografiando cadáveres, como
marine. Esa experiencia única culminaría con sus magistrales retratos, de Borges a la agonía de su padre. Astaire dio una imagen de Avedon en exceso almibarada en una película famosa. Como prueba la
Fábula de Mr / Mrs Comfort, Avedon era muy consciente que el fotógrafo de moda ----rostro contemporáneo de la Muerte; Baudelaire
dixit---- también puede y debe coquetear con los seres que merodean por los campos de tumbas del supermercado universal: por esa Tierra Baldía vagan sin rumbo las almas en pena que se disputan ángeles y demonios,
como bien recuerda la película de Wim Winders.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home