Monday, October 03, 2005

Viena / Jerez, ida y vuelta, coqueteando con el abismo

Ocaso de Schiele A la espera del avión que debiera llevarme a Jerez ----si la huelga de transportes parisinos no lo impide----, para recibir el premio de ensayo de la Fundación Caballero Bonald, compartido con Jordi Gracia, y participar como invitado en el Congreso de narrativas hispánicas, tengo la oportunidad de contemplar algunas de las obras maestras de la expo Klimt, Schiele, Moser, Kokoschka. Viena, 1900, que se inaugurará dentro de unos días en el Grand Palais. Mujer de Klimt No es un secreto que la Viena de Wittgestein ----título inglés de una obra de referencia, traducida al castellano hace veinte o treinta años---- fue el “ojo” del huracán donde se precipitaron el Imperio austrohúngaro y buena parte de los cimientos de nuestra civilización. Y en ese balcón ante el Abismo florecieron el psicoanálisis, la dodecafonía, y muchas de las formas de la novela que vendría (Musil, Broch). Roth y Karl Kraus fueron los profetas de aquel majestuoso incendio. En el terreno estrictamente pictórico, las escuelas vienesas no tomaron el rumbo de las vanguardias que florecerían muy pronto en París, Berlín, Moscú y Nueva York. Los artistas de la Viena de 1900 eran otra cosa, deslumbrante como la Caida de los Dioses filmada por Visconti. Esplendor de la carne y los cuerpos desnudos, en flor, condenados a la voluptuosidad sin fin ni fecundación. Ocaso de un Imperio difunto. Melancolía de una civilización camino del infierno. Gloria del alborosáceo del rostro femenino, en vísperas de un viaje sin retorno hacia la oscuridad del abismo.

1 Comments:

Blogger Wallenstein77 said...

Hola a todos:
Buen viaje a pesar de los transportistas parisinos y enhorabuena por el premio, aunque sea compartido y que disfrutes de la ciudad.

Saludos a todos.

8:31 PM  

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