Saturday, May 28, 2005

Europa, hipotecada a la esquizofrenia francesa

Europa teme que su futuro esté parcialmente hipotecado a la esquizofrenia francesa. En Frankfurt, la Frankfurter Allgemeine Zeitung estima que la campaña del referéndum ha dejado al descubierto una suerte de locura nacional, centrada en torno al rechazo histérico de la palabra maleta “liberalismo”, utilizada como arma de guerra, espantapájaros y ristra de ajos contra inquietantes quimeras. En Ginebra, La Tribune de Geneve es el único periódico que ha publicado un último sondeo favorable al sí; pero teme que sean muy difíciles de cicatrizar las heridas abiertas durante una campaña fratricida. En Londres, Financial Times afirma que las paralizantes divisiones francesas tienen un costo grave para el resto de Europa: ha quedado al descubierto la dificultad de “gobernar” Eurolandia, con las consiguientes dudas sobre un futuro víctima de tan graves enfermedades morales, culturales y sociales. En París, el Herald Tribune se limita a tomar buena nota que el resto de Europa espera con mucha inquietud el voto definitivo de Francia, mañana, cuyas consecuencias afectarán al resto del continente, con su imprevisible onda de choque. Por su parte, Liberation afirma que tampoco los franceses tienen nada claro qué saldrá mañana del referéndum, angustiados y amargados por una crisis nacional que pudiera precipitar otra catástrofe moral semejante a la del 21 de abril del 2002, cuando Jean-Marie Le Pen, líder de la extrema derecha, pasó a la segunda vuelta de la elección presidencial, eliminando al candidato socialista, Lionel Jospin, quién, paradójicamente, ha sido la “carta maestra” de su propio partido para hacer campaña contra el “no” que defienden la extrema derecha, la extrema izquierda, los anti mundialistas y buena parte de la izquierda socialista.

1 Comments:

Blogger Carlos Ferrero Martín said...

Un saludo:

La fiebre de la "maladie française" está alcanzando niveles alarmantes. Acabo de leer un artículo de Michel Rocard en el diario chileno La Tercera (http://www.tercera.cl/medio/articulo/0,0,3255_5732_136746933,00.html) en el que pide el Sí al Tratado Constitucional porque: "Sólo Europa, centrada en la idea de una mejor regulación, es lo suficientemente grande para bloquear el tsunami neoliberal." A lo largo de todo el texto, presenta a Europa como una fortaleza sitiada (¿otra vez el concepto napoleónico y hitleriano de la "Festung Europa"?) que necesita una Constitución (algo que el Tratado de Giscard no es, por cierto) "para defenderse" de "la doctrina monetarista apoyada por las fuerzas conservadoras predominantes en los países desarrollados". Es decir, "[un] tsunami económico [que] nos ha llegado de Estados Unidos", y del que "nada [...] es positivo para Europa".

Si este artículo refleja de manera significativa del debate que ha tenido lugar en Francia, entonces es evidente que ese país, como decía usted ayer, señor Quiñonero, está en manos de demagogogos. Y eso acabará siendo catstrófico tanto para Francia como para Europa, independientemente del resultado del referéndum.

1:33 PM  

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